Riberalta, 13 Nov (Erbol).- Uno de cada cuatro riberalteños cuenta con su mototaxi para trabajar en tiempo de zafra, así lo corroboró el gobierno municipal de Riberalta, ciudad ubicada en la provincia Antonio Vaca Díez del departamento del Beni.

Funcionarios de la Comuna explicaron que este efecto se debe al crecimiento poblacional de más del cinco por ciento por año en la zona, lo cual en la actualidad se ve reflejado en los 120 mil habitantes con los que cuenta.

De esa manera, afirmaron que existen alrededor de 30 mil motos en la ciudad de Riberalta, 50 por ciento de las cuales son de uso particular y la otra mitad es utilizada en el transporte público.

José Sucha, conductor de mototaxi, mencionó que para esa cantidad de motorizados se tiene entre 100 y 110 sindicatos, cada uno con 80 a 100 afiliados, quienes prestan su servicio en la capital riberalteña cobrando 3.5 bolivianos por viaje.

También indicó que los trabajadores, dado el calor excesivo en la zona que llega a 42 grados centígrados en verano, usan gorras de diferentes colores y pequeñas figuras como distintivos del sindicato al que pertenecen.

Sin embargo, Sucha, de 58 años de edad, afirmó que no todo es positivo para este sector, pues, a su juicio, basado en los más de 20 años de servicio en esta área, la actividad se ve mermada cada año.

“En los últimos años ha bajado harto la ganancia, existe mucha competencia, lo cual dificulta el trabajo. A veces creo que ya hay más motos que ciudadanos, eso va en contra de nosotros, ya no se hace el dinero que antes se hacía”, declaró a la Red Erbol.

En contraste, Ricardo Sepeda, joven conductor de 26 años de edad, manifestó que todo va de acuerdo a la eficiencia del conductor y que hay días en los cuales gana hasta 60 bolivianos líquido en sólo media jornada de trabajo, descontando los gastos de gasolina diesel para su moto.

La intensificación del trabajo de los conductores de mototaxis llega a su clímax en tiempo de cosecha y zafra de la castaña, que fluctúa desde noviembre hasta febrero y marzo del próximo año, por lo que son cinco meses de máxima productividad antes de entrar en escasez por el restante tiempo del año (de marzo hasta octubre), tomando en cuenta que la explotación y exportación de la castaña representa más del 75 por ciento del movimiento económico en la zona norte de Bolivia.

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