LA SEMANA PASADA SE EFECTUó EN PANDO EL VII CONGRESO NACIONAL DE LA SOCIEDAD DE ESCRITORES DE BOLIVIA

Armando Sánchez, el gobernador Luis Adolfo Flores y Guillermo Razo.

El VII Congreso Nacional de la Sociedad de Escritores, denominado “Bolivia Amazónica”, celebrado en Cobija, capital del departamento de Pando, ….

……fue algo más que eso, fue el agradable impacto emocional de la mayoría de delegados al conocer esa bella porción de la patria boliviana. Este encuentro entre la intelectualidad de Bolivia tuvo no sólo la particularidad del ambiente tibio del lugar, sino la calidez de todos y cada uno de los integrantes de la sociedad pandina. Un slogan predominó entre mantas y carpetas: “La inmortalidad del pensamiento reside en la palabra escrita”. Sobresaliente desde un inicio fue la presencia de un enorme grupo de jóvenes, hombres y mujeres, secundaristas y preparatorianos, colaborando con los organizadores del evento hasta el final. Hubo una planeación muy concienzuda del congreso, de parte de los organizadores, entre las que destacaron, con mucho, Elsy Alpire Vaca, presidenta del Congreso, así como la maestra Carmelita Pinto, incansable ejemplo de mujer.

El primer acto fuera de protocolo fue una visita a las oficinas del gobernador Luis Adolfo Flores Roberts, quien siendo un joven abogado está ahora al frente de un departamento que crece con las tasas más altas demográficas del país. Afectuoso dio la bienvenida a los participantes entre los cuales se encontraba una delegación de Rondonia, de la vecina Brasil. Nos platicó una anécdota sobre Bruno Racua y nos invitó para que asistiéramos por la noche a una cena ofrecida en un restaurante de antojitos totalmente raros y exquisitos del lugar.

A continuación la comitiva se dirigió al hotel Asai donde fueron hospedadas las diferentes delegaciones. Por la noche de ese día, se llevó a cabo la inauguración del VII Congreso, siendo presidido por la alcaldesa de Cobija, Ana Lucía Reis Melena, mujer sensible a las necesidades de su pueblo, quien no solamente en esa ocasión acompañó en los trabajos del Congreso, sino en otras variadas actividades. Una respetable y activa colaboradora de la cultura.

Otra frase que acompañó el ambiente del Congreso fue: “El jardín de las flores es Pando, su riqueza de bosque y Cristal”. Debemos ser justos y reconocer que abundan los poetas en el lugar, tal vez porque la naturaleza los compele a ello. Las delegaciones más numerosas fueron las de Cochabamba y la de Beni. Solamente estuvieron ausentes La Paz y Santa Cruz; Guayaramerín envió una serie de libros y revistas. La Paz no comunicó su inasistencia, tal vez son como los políticos de Guanajuato en México, se siente cada uno como una entidad política independiente. Una grata visita fue a la casa de la cultura donde se pudo observar la organización de su directora Carmelita Pinto. Las sesiones se prolongaban a veces hasta las 11 de la noche y era entonces, cuando regresábamos al hotel, para disfrutar de las instalaciones.

Más de libros publicados por los pandinos

Dentro de lo admirable de la obra realizada por la Sociedad de Escritores de la Sociedad de Cobija, sobresale el hecho de que han logrado una producción de libros, folletos y revistas tan elevada, durante estos dos años de gestión, que rebasan el número de veinte publicaciones, mientras que en otros departamentos destacados de Bolivia no pasan de dos o tres. Para quienes estamos cerca por nuestro trabajo de costos y esfuerzos en torno a imprentas sabemos que esa cantidad es algo extraordinario. En países desarrollados hay un dicho que dice que muchos intentan hacer revistas pero que no logran hacer más que una, dos o tres, para luego desaparecer, por eso las llaman “revistas religiosas”, porque salen cada que Dios quiere. En Cobija el éxito de este logro se debe a que han hecho un pasanaku entre los integrantes de la Sociedad y cada mes le toca a cada uno publicar su libro, la entrada es de 500 bolivianos y los resultados a la vista. En otros departamentos ni la cuota dan.

Sobresaliente fue el recorrido por las instalaciones de la Universidad Amazónica, donde fuimos enterados de los logros y alcances de ese organismo. Se destaca ahí un módulo nuevo, funcional destinado a la clínica dental, donde se puede ver en una sala un número de unas 24 sillas dentales, de diseño modernista, dispuestas para atender a la población a un costo mínimo. Acá en Cochabamba ni los Olivos ni Univalle cuentan con una clínica dental tan decorosa. Un orgullo para Bolivia. La universidad cuenta con dos mil setecientos alumnos y marcha a la vanguardia de la educación nacional. Inolvidables fueron las cenas ofrecidas por el gobernador y por la alcaldesa, donde se ofrecieron a los invitados platillos raros y sabrosos.

Desde esta columna un agradecimiento a la familia Pinedo por su trato especial. Se hicieron propuestas, se aprobaron redacciones y finalmente se firmó el pliego final, que se publicará en breve por separado. Oruro será la nueva sede, se posesionó al nuevo presidente de la nueva Sociedad Nacional y se concluyeron los trabajos con una ceremonia sencilla de poesías y bailables. La delegación de Cochabamba estuvo representada por Armando Sánchez, Óscar Arce Quintanilla, (los dos muy destacados durante los trabajos del Congreso) Jaime Zavaleta, Miriam Sauter y Guillermo Razo, quienes elaboraron ponencias y participaron activamente en el evento. La carpeta con el material para el congreso fue un acierto ya que al parecer fue hecha con tecnología brasileña, con una presentación muy adecuada donde se destaca en relieve visual la tradicional carreta de bueyes.

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