Confieso que volví al Estadio después de 20 años y no lo hice para jugar sino para hacer lo que desde niño hice…apoyar a mi equipo. A lo largo de mi vida escuché hablar de las más grandes glorias del fútbol riberalteño-tuve el privilegio de conocer a muchos de ellos-pero esta vez me dije que en este artículo, no iba a mencionar a ninguno, para evitar odiosas omisiones; de lo que estoy seguro es que las miles de almas que han pasado por nuestro Estadio Enrique Giesse, hoy, han vibrado de felicidad con Los Almendros.

Tiene que ser de alma grande y de generoso corazón la gente que inició este Proyecto. Atrás quedaron las glorias del gran Krámer, Avaroa, Beni, Riberalta, San Antonio o Moto Club hoy, y no estoy diciendo quedaron olvidados por la historia, estos magníficos equipos que refulgen en nuestros corazones como los más grandes de una dorada época, hoy se hacen a un lado para vitorear este hermoso Proyecto deportivo llamado “Los Almendros”.

La castaña-al igual que la gesta cauchera-que amplió los horizontes de la nacionalidad en pleno corazón de la amazonía continental, es hoy el sostén de nuestra economía, miles y miles de seres humanos nos vemos involucrados de una o de otra manera en su extracción, transformación y comercialización…es el producto estrella que vendemos al mundo asimilando el comportamiento de la bolsa de valores, que directamente impacta en nuestra economía.

Un almendro es pues un árbol portentoso y grandioso, gracias al cual todos llevamos el pan para bienestar de nuestras familias; es cierto que hay otras actividades productivas en nuestro pueblo pero ésta(la economía de la castaña) es el puntal económico regional y si esto es así por qué no honrar al almendro como fuente de vida y de progreso? .….pues aquí está, lo quisieron hacer estos muchachos que orgullosamente levantan el nombre de LOS ALMENDROS para incursionar en el fútbol deporte que apasiona al mundo entero.

Los Almendros es hoy un equipo de fútbol que representa la sencillez, el pundonor y el orgullo riberalteño. Los Almendros es la lección hecha carne que nos demuestra que las grandes hazañas están hechas de pequeños detalles; Los Almendros eran once muchachos luchando por ganar un partido de fútbol, hoy se han ganado-a mucha honra-nuestro respeto y admiración. Hoy Los Almendros somos todos, inclusive los que tienen sus propios equipos porque entendemos que aquí hay más que once muchachos jugando fútbol, son nuestros héroes, son ejemplo para viejos y jóvenes, son el orgullo riberalteño forjado milímetro a milímetro con un sencillo fundamento filosófico: ser útiles a los demás haciendo el bien.

Queridos muchachos hoy el equipo perdió frente a una constelación de jugadores más trabajados técnicamente, más apoyados económicamente, más aviesos, más cancheros y hasta más mañosos; no importa, ustedes ya sembraron la semilla en surcos que deberán seguir multiplicándose para mostrarle a Bolivia y al mundo entero que en Riberalta y-no es de ahora-siempre se jugó al fútbol exquisito y de calidad, que ustedes poco a poco van recuperando para alegría y orgullo nuestro.

Gracias, eternamente gracias, ustedes ya han inscrito su nombre en la lista de los ilustres que nos han regalado un premio: CREER QUE PODEMOS Y DEBEMOS HACERLO, corresponde ahora que nosotros los que nacimos y los que vivimos en esta tierra, hagamos un esfuerzo por merecerlos, este equipo que representa nuestro orgullo no puede seguir sobreviviendo en la carencia que lo ha estado haciendo, por ello sugiero: abrir una cuenta bancaria para recibir el aporte de todos quienes quieran hacerlo de corazón.
De mi parte inicio con mi humilde aporte de Bs.-500.00 en la seguridad que muchos, corazones amazónicos querrán hacer lo mismo.

Riberalta, 23 de septiembre de 2021