GRATA VISITA DE PEPE MORENO- ORGULLO NACIONAL – David Bernal – 19.11.2012
Para retroalimentarse con la magia telúrica del entorno selvático, salpicado con las corrientes fluviales que chocan contra el barranco del Puerto de Riberalta, poniendo especial énfasis a los “cantos de la selva” que inspiran la pintura que adorna los salones más aristocráticos de México, Estados Unidos y Europa, se encuentra entre su gente el eximio maestro de la pintura amazónica José Moreno Aparicio, alto exponente del arte boliviano en el exterior del país.
Moreno se regocija en medio del trinar de las aves y los sonidos de una naturaleza casi intacta, escucha las melodías regionales entonadas por sus amigos de la bohemia riberalteña y beniana, siente que la inspiración aflora en su sentimiento y está nuevamente dispuesto a deslumbrar a propios y extraños con la bella expresión pictórica que engrandece al Beni y a Bolivia. En maestro salió de Riberalta en 1975 con apenas 17 años y la responsabilidad de velar por su familia. Deambuló por tierras cruceñas buscando apoyo para canalizar sus iniciativas, trabajando duro en cuanto oficio se le hubiese presentado, pero dejando un margen de tiempo para enfrascar su inspiración en el lienzo y los pinceles, aguardando la oportunidad dorada para lograr que su arte se acomode en las preferencias del público local y de la crítica especializada a nivel nacional. Este deambular lo llevó hasta la ciudad de La Paz, donde el Embajador de la República de México, Marcelo Vargas, hijo del desaparecido cantante Pedro Vargas, le permitió participar en una muestra colectiva con otros artistas nacionales, logrando impresionar con sus innatas cualidades y la adquisición de algunas de sus obras por parte del personal diplomático acreditado en la sede de gobierno. Desde ese momento Moreno supo que las cosas iban a cambiar. Se le abrieron las posibilidades de triunfar en el exterior y no desaprovechó la oportunidad. Aguarda unos dos a tres años, reúne el dinero necesario para viajar, llena sus alforjas con muchas ilusiones y parte rumbo a la tierra azteca para buscar fortuna. Allí las cosas no fueron nada fáciles, pero al final corona sus anhelos y hoy es una figura emblemática del arte mexicano y latinoamericano, con galerías instaladas en varias ciudades del país norteño, espacios continuos para exponer en los grandes salones europeos, y el beneficio de una crítica favorable hacia su pintura, como expresión de respeto y cuidado de la naturaleza. José Moreno abrió las puertas de México para otros jóvenes pintores que actualmente ya efectúan exposiciones en dicho país, sin embargo su asignatura pendiente está relacionada con un retorno temporal a Riberalta para armar una escuela – taller de arte que descubra y capacite a los talentos infantiles y juveniles de esta región beniana. También está empeñado en cooperar en el proyecto de remodelación de la plaza principal de Riberalta, a objeto de colocar lienzos de piso en el mosaico de este principal paseo y tener figuras de la fauna regional como los caimanes, las anacondas y los jaguares, matizados con el esplendoroso plumaje de las parabas o guacamayos.
A don José se le dio la oportunidad que el buscó, y la supo aprovechar, como dice la nota del periodista, antes si, se las vio “negra” como todo hombre honrado que lucha por sobresalir con el trabajo, asi fuera este de peón, al final todo buen esfuerzo tiene su buen fruto, felicidades a José Moreno a quien tuve la suerte de conocerlo en su domicilio cuando todavía no era “famoso ni tan importante” .